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Amantes del propóleo y el Mercadona- KITSANA

Cómo curar rozaduras en carne viva

rozaduras en carne viva

Las rozaduras en carne viva son muy dolorosas pese a que no son poco profundas, pero en especial para aquella gente que sea aficionada a un deporte y lo quiera practicar activamente una rozadura le va a perjudicar mucho en su rendimiento.

Las rozaduras son causadas mayormente  por la fricción y la presión continua originada por el movimiento del cuerpo, entre la piel y nuestra vestimenta.

Probablemente estés muy familiarizado con las rozaduras, y simplemente las dejas sanar, pero esto es contraproducente con tu rutina o tu día a día, ya que si estas por lo que sea, han hecho ceder tu piel o han salido ampollas, te arriesgas a que se ponga en carne viva y haya riesgo de infección.

Normalmente todo empieza con una simple escocedura en la piel, que toma un color rojizo debido a que la zona ha sido sometida a una presión nueva en una zona que no está para nada acostumbrada, o bien una se ha expuesto la piel a una fricción demasiada prolongada y la piel se ha micro-quebrado.

Cuando la piel no resiste más esa tensión aplicada a la piel, pese a que notamos la molestia mientras estamos realizando el ejercicio, esta se quiebra y pone las rozaduras en carne viva. Una vez la curamos, nos aparecerán costras que muy probablemente quieras quitar rápidamente y sin dejar marca.

Aparte de este problema tan recurrente, te ofrecemos la solución para forúnculos en las ingles que suelen aparecer fruto del sudor y la fricción en nuestro entrepierna.

¿Porqué me ha salido una rozadura?

Lo más importante de todo esto es que detectes el porqué te ha aparecido este rasponazo en tu piel, a modo que podamos evitar cometer los mismos errores y que nos vuelva a aparecer en una nueva ocasión.

Por lo general, las rozaduras aparecen cuando hemos realizado algún ejercicio o actividad a la que nuestro cuerpo no esté acostumbrado.

El cambio de unos zapatos por otros nuevos, hacer una larga caminata a la que no estemos acostumbrados, hacer un ejercicio que requiera cambios de ritmo continuos…

Al exponer nuestro cuerpo a nuevas circunstancias lo que estamos es arriesgándonos a sufrir este tipo de molestias que pueden afectar a nuestro rendimiento.

La solución no es dejar de enfrentarnos a nuevos retos o quedarnos quietos, sino es conocer y asumir que existe la posibilidad de que nos aparezca una rozadura en nuestro cuerpo y que esta se abra.

Pero quien conoce su cuerpo juega con mucha ventaja, ya que existen formas de evitar o minimizar el impacto de las rozaduras sobre nuestro cuerpo.

Curar rozaduras en carne viva

Cuando una rozadura se pone en carne viva es muy importante tratarla lo antes posible para evitar una infección y así favorecer la cicatrización de la herida.

Lo primero que debemos hacer es despejar la zona dónde tengamos la herida abierta y lavarla. Después se tendrá que secar muy bien. La humedad y los restos de jabón pueden inflamar aun más la zona de la rozadura.

Por supuesto en las zonas perjudicadas por la rozadura, evitaremos apretar con la toalla. Secaremos de forma muy suave y para la rozadura en sí, sobre todo si se trata de una rozadura en carne viva, podemos usar el secador en el nivel más bajo o en aire frío.

Lo segundo será aplicar una crema desinfectante que te ayude a mantener la zona limpia, en este sentido la crema de propoleo es perfecta para eso, ya que tiene efecto antiinflamatorio, cicatrizante y antiséptico. Te ayudará a tratar la rozadura para que sane lo antes posible y no tiene ningún tipo de componente agresivo como pueden ser los corticoides que sí tienen otras cremas antiinflamatorias.

Y por último tendremos que dejar que circule el aire libremente por la rozadura. Esto ya de por sí proporcionará un alivio inmediato. Si son zonas muy específicas y no podemos quitarnos la ropa, por lo menos trataremos de usar prendas amplias que permitan la circulación de aire por el cuerpo.

Partes del cuerpo más expuestas a rozaduras

Como hemos dicho, las rozaduras se originan por la fricción continua entre nuestra piel y alguna prenda de ropa o de la piel con piel. Pero estas pueden originarse en diferentes partes del cuerpo en función de la actividad que estemos desarrollando.

Por lo tanto, tendremos que tener en cuenta que en función de dicha actividad, podamos tener una o varias rozaduras en diferentes partes del cuerpo.

Rozaduras en los pies

Las rozaduras en los pies son por lo general las más comunes. Por el simple hecho de cambiar de zapatos ya pueden aparecernos rozaduras.

Se pueden agravar en función del tiempo al que expongamos nuestros pies.

Los motivos por los cuales te pueden aparecer rozaduras en los pies son los siguientes:

  • Ejercicio prolongado al que nuestro pie no está acostumbrado, ya sea porque has realizado 15 minutos más de ejercicio, como hayas hecho un día de más. Si tu pie no está acostumbrado o no se ha recuperado se pueden generar estas rozaduras.
  • Cambio de calzado. Al cambiar el calzado nuestro pie recibe contacto en diferentes zonas de nuestro pie y talón. También es una opción usar unas plantillas de gel adecuadas que se adapten bien a tu pie.
  • Usar calcetines y zapatos que transpiren poco. Que nuestros pies suden durante el ejercicio que estemos realizando puede ablandar la piel y al roce, provocarnos las rozaduras.
  • Mojar nuestro calzado fruto del ejercicio. Si se moja nuestro calzado nos ablanda la piel, y si proseguimos el ejercicio la piel cederá y se generarán las rozaduras.

Por lo general, primero empieza con un leve enrojecimiento y hinchazón de la zona, la cual empeora si se fuerza a la piel a diferentes presiones.

Estas rozaduras son muy comunes, pero en especial para los runners y practicantes de otros deportes como el senderismo en  los cuales se haya de correr o andar mucho. Puede empeorar en los que han de realizar diferentes cambios de ritmo y dirección durante el ejercicio, como por ejemplo en el fútbol.

Aunque a veces, no hace falta llevar calzado. Simplemente con ir descalzo o practicar algún ejercicio como el surf, también pueden aparecer rozaduras.

En estos casos es muy importante tratar la rozadura a tiempo y sí es necesario, cambiar de calzado o parar la actividad que la causó hasta que la piel esté recuperada.

Al ser una zona de fácil fricción, las rozaduras en los pies que se fuerzan derivan en heridas abiertas en carne viva, que se pueden infectar y de que no tratarse pueden llegar a ser úlceras en la piel que causará muchísimo dolor y hasta podrán impedirnos que andemos.

Rozaduras en las manos

En el mismo trabajo, nuestras manos se ven expuestas a diferentes fuerzas y presiones que pueden dañarnos nuestra piel.

En general, si la rozadura ha aparecido por el trabajo, la piel de la mano se endurece y se vuelve resistente a lo largo del tiempo.

Pero, si es originada por una actividad a la que no estemos acostumbrados, como por ejemplo jugar al tenis un día puntual o salir con la bicicleta y hacer una ruta sin guantes, es muy probable que nos salga una rozadura .

En primer lugar aparece un enrojecimiento permanente en alguna zona de la piel que también se nos nota algo más estirada y sensible. Si se sigue generando presión y fricción sobre esa zona, esta puede abrirse al ceder la piel y ponerse en carne viva.

También muchas veces vemos como la piel empieza a aglomerarse y comprimirse en la parte inferior de los dedos, generando unas durezas  o callos. A veces estas durezas en la piel de las manos se debe un esfuerzo realizado, levantando peso, como por ejemplo unas mancuernas en el gimnasio.

Si no se abre la rozadura, existe la posibilidad de que o bien se regenere la zona y quede en una anécdota o que se forme una ampolla.

Motivos por los cuales nos pueden aparecer rozaduras en las manos:

  • Sujeción de un objeto durante un largo tiempo y que nos obliga a generar una fuerza o presión para mantenerlo en una posición.
  • Este mismo objeto, por ejemplo un palo de golf, lo sometemos a unas fuerzas y unos movimientos los cuales aumenten la presión y la fricción en nuestras manos.
  • En diferentes intervalos de tiempo sometemos las manos a fricción o golpes, como podría ser en un deporte como el voleibol.

Estas son tan incómodas como las demás pero nos perjudican mucho en nuestro día a día ya que usamos las manos para prácticamente todo.

Lo peor en muchos casos, es que nuestras manos están visibles y las hemos de lucir en esas malas condiciones. Si no las cuidamos, también pueden agrietarse y despellejarse nuestras manos.

Se procederá a curarlas como se ha explicado anteriormente. Pero aunque es bueno que la rozadura esté expuesta al aire, si realizamos alguna actividad con  las manos por ejemplo a causa de nuestro trabajo, como puede ser el caso de un mecánico, sería conveniente cubrir la zona de la rozadura con una gasa.  Sera un vendaje sencillo que no comprima la rozadura, pero que la proteja de la suciedad por ejemplo.

Rozaduras en las axilas

Otra zona común para la aparición de rozaduras, son las axilas. Efectivamente también se trata de una zona muy sensible pues al ser un pliegue natural del cuerpo, si sufrimos daños en esa zona de la piel, estaremos sintiendo dolor continuamente a lo largo del día a día.

Por eso lo primero será la prevención, sobre todo si practicamos deportes que sean propensos a causar rozaduras en esas zonas. Podemos usar prendas de licra de manga larga para evitar el roce en las axilas o ponernos algún lubricante cono la vaselina que tarda más tiempo en ser absorbido que otros tipos de aceites.

Motivos por los que pueden aparecer rozaduras en las axilas:

  • Practicar deportes de forma puntual que por su movimiento causan rozaduras en esta zona, como el remo, el kayak o el piragüismo.
  • Usar chaleco salvavidas sin ninguna prenda debajo.
  • Practicar deportes de larga duración como la natación, el remo, el piragüismo o el kayak, sin protección de licras o lubricantes.
  • El uso de manguitos o flotadores en niños de forma puntual en la playa.
  • Ropa ajustada en la zona de la axila.
  • El sobrepeso. Se causarán pliegues en la piel que con el roce del movimiento dará lugar a la aparición de rozaduras en la zona.

Para tratar las rozaduras de esta zona, se procederá igual que con cualquier otro tipo de rozadura. Sin embargo habrá que tener especial cuidado con la humedad de la piel. La axila es una zona por donde normalmente se suda y el sudor solo contribuirá a empeorar la rozadura, puedo llegar a ponerla en carne viva si no se trata.

Para evitarlo podemos usar polvos taco si la situación lo permite. O llevar toallitas para secarnos la zona si estamos en el trabajo por ejemplo.

Por último lo mejor será aplicar un poco de lubricante, como la vaselina, después de las curas para evitar dolor por el roce. Esto puede hacerse tanto en la vida de diario como si practicamos algún deporte.

Rozaduras en las ingles o entrepierna

Las rozaduras en las ingles son daños producidos en la zona de la entrepierna por el roce de la piel de la ingle con la ropa, la misma piel u otra sustancia abrasiva.

Normalmente es difícil que la rozadura en la ingle se abra y quede en carne viva. Lo más común es una rozadura que puede ser más o menos grande, pero que seguro va a ser dolorosa y molesta por la zona en la que se encuentra.

Una vez más, lo principal es la cura de la rozadura, manteniéndola limpia, fresca y tratándola con alguna pomada antiinflamatoria y antiséptica. Esto facilitará la cicatrización para que la rozadura cure antes, evitando prolongar el dolor.

Causas de rozaduras en las ingles:

  • Es una zona propensa para la aparición de rozaduras en las personas con sobrepeso por los propios pliegues de la piel, que al rozar unos con otros por el mismo movimiento de andar dan lugar a la aparición de rozaduras. Sobre todo si se suda mucho por esa zona.
  • Ropa ajustada en la zona de la ingle.
  • Ropa deportiva nueva.
  • Ropa interior ajustada y corta en la zona de la ingle.
  • Rozaduras causadas por los pañales en los bebes.
  • En deportistas como los runners, este tipo de rozaduras son muy comunes.

Las ingles por ser una zona donde se suele sudar con facilidad también es una de las partes del cuerpo más propensas a sufrir rozaduras.

Una vez más la prevención es muy importante. Mantener seca la zona con polvos talco puede ser de gran ayuda en el caso de los deportistas.

Usar ropa interior amplia y sin costuras apretadas, también dará muy buenos resultados tanto en la prevención como en la curación de las rozaduras para que no duelan tanto.

Y por último habrá que evitar correr largas distancias con ropa de deporte nueva que no se ha probado con anterioridad. Muchas veces la sensación no es tan fuerte y sin embargo cuando llegamos a casa y el cuerpo se relaja nos encontramos con una rozadura de gran tamaño, que puede llegar a ser muy molesta.

Otra dolencia muy común para los deportistas como ciclistas o runners son los forúnculos en las ingles, dónde nos explayamos más en este artículo.

Rozaduras en pectorales o pechos

Las rozaduras en los pectorales o pechos, son más comunes de lo que parece y es un problema que afecta tanto a hombres como mujeres, aunque normalmente por diferentes motivos.

Causas de rozaduras en los pectorales o pechos:

  • En el caso de los hombres estas rozaduras suelen aparecer por llevar una cinta del pulsómetro para hacer ejercicio mal colocada y ajustada.
  • En los corredores, los pezones suelen sangrar y sufrir rozaduras en carne viva con el roce prolongado de las camisetas.
  • Los pectorales también sufren rozaduras en los runners.
  • En el caso de las mujeres, las rozaduras pueden aparecer por hacer deporte con sujetadores de una talla inadecuada, demasiado holgados o apretados.
  • Las mujeres con un busto grande suelen sufrir rozaduras en la parte baja de los pechos.
  • El sobrepeso, produce pliegues en los pectorales masculinos así como un aumento del busto femenino que por fricción suele causar rozaduras también.

En el caso de los deportistas masculinos, lo mejor es la prevención. Si se detecta que se están sufriendo rozaduras para y busca un remedio antes que seguir y llegar a casa con rozaduras más grandes que luego van a impedir seguir con la rutina deportiva por su difícil curación ya que es una zona muy expuesta al roce

En ese sentido existen en el mercado cuadrados de esparadrapo y diferentes métodos para evitar el roce los pezones en las camisetas por ejemplo.

Usar cintas en la frente para evitar que el sudor del pelo moje las camisetas y que así se produzcan las rozaduras también es muy efectivo.

Por último una solución muy eficaz, es usar una camiseta de compresión debajo de la ropa habitual para hacer deporte, evitando así las rozaduras en pectorales y pezones.

En el caso de las mujeres, buscar sujetadores adecuados será fundamental. Que sujeten bien, sin apretar demasiado. Y que no dejen holguras.

Si el busto es muy grande o se tiene sobre peso y por eso aparecen pliegues en esa zona de la piel, lo mejor será, mantener la zona muy limpia y aplicar algún tipo de lubricante para que el roce del pliegue del pecho con la piel no produzca una rozadura.

Habrá que tener la zona muy limpia y procurar secarla habitualmente si se está en condiciones de calor o se suda mucho, para que el sudor no provoque o empeore las rozaduras, el talco resultará muy útil.

Consejos útiles para tratar las rozaduras en carne viva

Ante una rozadura lo mejor es la prevención y detención a tiempo. Si estás notando que una zona del cuerpo te duele, te escuece o te roza. Debes tomar las siguientes precauciones. Siempre es aconsejable, como en todo, detener la actividad a fin de evitar que la situación empeore y acabe por infectarse.

Si tenemos la posibilidad de echar un tarro con vaselina en nuestra mochila o riñonera podremos usarla si notamos roces o molestias. Sin embargo, si tienes vaselina mezclada con propóleo, puedes aplicarlo y obtendrás un mejor efecto sobre tu piel.

Si ya tienes una rozadura o inicio de una, deberás aplicarte cremas hidratantes y regeneradoras como la crema de propóleo. Si esta se a abierto y está en carne viva como si de una herida en la piel se tratase, el propóleo aparte de hidratar desinfectará la herida.

Además las propiedades cicatrizantes del propolis hará que se cicatrice cuanto antes y puedas volver a tu rutina con total normalidad.

Ten por seguro que las rozaduras son de esas pequeñas molestias que merece la pena cuidar y tratar desde el primer momento que aparecen.

Por eso creemos que la mejor forma de tratar las rozaduras, ya estén en carne viva o no, es con propolis ya que este va a ser rápido y efectivo, ya que el propoleo sirve como desinfectante y cicatrizante natural.

 

Artículo científico sobre las propiedades regeneradoras del propóleo en la piel: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4964312/