Sufrir una infección urinaria es una experiencia muy desagradable e incluso dolorosa en muchos casos. Por eso la queremos eliminar de inmediato.
Una de las formas más naturales y efectivas de tratar la infección de orina es a través de las infusiones y el propóleo. Conocer que infusiones tomar en el momento adecuado hará que elimines tu infección de orina de inmediato.
La forma más efectiva de tratar la infección de orina es con antibióticos. Existen algunos sin receta pero no es recomendable tomar antibióticos sin consultar a un médico antes. Por eso, os ofrecemos aquí una lista de antibióticos naturales para las infecciones urinarias y la cistitis.
Conocer estos remedios caseros o antibióticos naturales hará que juegues con ventaja en caso de que empieces a sufrir las consecuencias de este proceso infeccioso.
En caso de haberlas probado y no haya surgido efecto, acudir urgentemente al médico para que te dé un diagnóstico más certero de que es lo que te sucede, puesto que el conocerá de primera mano tu historial médico y analizará la gravedad de la situación.
Síntomas de una infección de orina o cistitis
Las infecciones urinarias o cistitis nos generan unos malestares y se presentan de las siguientes formas:
- Ardor o escozor al orinar: Es uno de los síntomas más frecuentes. Cuando orinamos sentimos resquemor y picores, esto es fruto de la irritación e inflamación de nuestro sistema urinario.
- Aumento de la frecuencia en la micción: Empezamos a ir al baño con más frecuencia de lo normal y orinamos poca cantidad, hecho que provocará irritación de tu vejiga.
- Cambios en la orina: A menudo otro síntoma que se suele presentar es un cambio tanto en el olor como en el color de la orina. Podemos empezar a notar que nuestra orina huele más de lo habitual, incluso con un olor desagradable. Apreciarás que tu orina tiene un color más oscuro o turbio. A veces la orina se presenta con sangre.
- Dolores y calambres en la parte inferior del abdomen: Este síntoma suele acompañar a los otros dos. Estos dolores se presentan como punzadas en el vientre, incluso estando en reposo, sobre la parte inferior del abdomen o en la parte baja de la espalda.
- Fiebre baja: En algunos casos puede aparecer un poco de fiebre debido a la infección.
Estos síntomas suelen indicar una infección de orina leve o el comienzo de una que puede ser más grave. De modo que, si la infección ya pasa a los riñones, podemos observar, además, otros síntomas como:
- Fiebre alta
- Indisposición general o mal cuerpo
- Escalofríos
- Dolor fuerte en el costado, la parte baja de la espalda o en la ingle
- Náuseas y vómitos
- Dolor abdominal muy fuerte
- Sudoración o temblores
¿Qué puede causarnos una infección de orina?
Esta claro que para no cometer los mismos errores del pasado, debemos realizar una pequeña introspección y analizar los motivos por los que estamos en esta situación.
- Actividad sexual. Sobre todo, las mujeres son muy propensas a padecer cistitis o infección en la orina debido a la actividad sexual. La uretra está muy expuesta a bacterias por su cercanía al ano y su corta longitud favorece la colonización por microorganismos causantes de posibles infecciones. El coito favorece la introducción de bacterias en la vejiga, lo que puede causar un inicio de cistitis. Orinar después del coito también disminuye el riesgo de padecer infecciones.
- Mala higiene. No limpiarse las manos, practicar sexo sin protección, no limpiarse bien las partes íntimas…. son claros ejemplos de prácticas e higiene incorrecto que deberíamos atender con máximo rigor.
- Malas prácticas. Sobre todo, en el caso de las mujeres es muy importante asegurarse de orinar en lugares limpios. Al estar muy cercano a las superficies dónde se orina hay más probabilidades de que el aparato genitourinario femenino se contamine con bacterias y gérmenes que pueden causar una infección.
- Cistitis no infecciosas. No obstante que hay que tener en cuenta que existe un tipo de cistitis, en la que la inflamación de la vejiga no ocurre por infección sino por otras causas. En este caso también sentiríamos molestias al orinar y aumentaría la frecuencia de la micción incluso con muy poca orina, pero no tendríamos fiebre, por ejemplo. Algunas de estas causas pueden ser el uso de catéteres, medicamentos, cistitis química por sensibilidad a los componentes químicos de algunos productos o cistitis asociadas a otras afecciones como la diabetes o los cálculos renales.
- Embarazo y menopausia. Los cambios hormonales que se producen durante estas dos etapas de la vida de la mujer también pueden aumentar el riesgo de infecciones en las vías urinarias.
- Uso de anticonceptivos. El uso de anticonceptivos con espermicida también aumenta el riesgo de contraer y padecer infecciones, ya que se producen alteraciones en la flora bacteriana natural de la vagina.
- Sistema inmune debilitado. Un sistema inmune debilitado es más propenso a contraer infecciones de todo tipo, incluyendo las de orina. Esto puede suceder a causa de un déficit nutricional, un peso excesivamente bajo, estados de estrés prolongado o como consecuencia de otras enfermedades e infecciones.
Infección de orina remedio inmediato: PROPOLIS
Nuestra primera propuesta para remediar la infección de orina es con propóleo, que tiene unas propiedades antibióticas muy potentes. Convirtiendo a esta sustancia en uno de los remedios caseros y naturales más efectivos que puedas llegar a encontrar para las infecciones de orina.
Su poder antimicrobiano y antivírico, ayudará a atacar a los microorganismos causantes de la infección. Poniendo punto y final a tus problemas infecciosos.
Además, tiene propiedades analgésicas, anestésicas y antiinflamatorias, lo que facilitará la reducción de los síntomas que causan dolor y también disminuirá la inflamación de la vejiga.
Este se puede diluir con las infusiones y tomarlo por vía oral atacando de lleno a las bacterias que nos generan este malestar. Puedes consultar aquí todas nuestras sugerencias para consumir el propóleo.
El hecho de consumir el própolis con infusiones hace que potenciemos los beneficios de ambos productos que son totalmente compatibles, asegurándonos de unos resultados efectivos y rápidos.
Si queremos completar el tratamiento natural de la cistitis, podemos diluir unas gotas de propoleo en agua y lavarnos la zona genital varias veces durante el día. Así nos aseguraremos de estar protegiendo nuestro cuerpo y sentiremos un alivio mucho más rápido.
Les dejamos un estudio el cual habla sobre el uso del própolis como remedio contra las infecciones del tracto urinario.
Infusiones para tratar infecciones de orina
Un remedio casero y eficaz para tratar la cistitis son las infusiones. Efectivamente hay plantas que en forma de infusión pueden ayudarnos con sus propiedades a tratar de forma natural las infecciones de orina.
- Infusión de arándanos: Es uno de los remedios naturales para tratar la cistitis más conocidos que existen. Tiene propiedades antibióticas además de vitamina C. Los antibióticos ayudarán a combatir la infección de forma natural y la vitamina C reforzará el sistema inmunitario.
- Manzanilla: Remedio súper conocido y no en vano. Es una planta con grandes propiedades antibióticas que, al igual que el arándano, nos ayudará a tratar la infección de orina reduciendo bastantes sus síntomas. Muchos de sus compuestos actúan directamente sobre las bacterias.
- Diente de león: Conocida principalmente por sus propiedades diuréticas y depurativas, te ayudará sobre todo a reducir el dolor por sus propiedades antiinflamatorias.
Todas estas infusiones pueden combinarse también con la melisa, que ayudará a dar un sabor más suave y al mismo tiempo actuará como calmante del sistema nervioso y aliviando los dolores musculares en la zona. Evitaremos endulzar con azúcar.
También es recomendable beber mucha agua durante el proceso y seguir una dieta limpia, eliminando alimentos grasos y muy procesados, carnes y leche de vaca. Dando prioridad a cereales integrales como la quina o el mijo y las legumbres (sobre todo las de forma de riñón) hervidos con un poco de sal.
Hortalizas como el apio y verduras de hoja verde, pequeñas cantidades de pescado, frutos secos naturales, semillas, frutas y bebidas vegetales como la de almendra o avena.